lunes, 1 de agosto de 2011

El futbol y yo. Parte XXI

Y que son 21 años? Nací un primero de agosto del 90. Con la lagrima lastimosa de ese penal de Brehme. Y desde ese parto de mi vieja, vi una pelotita y empece a correrla. Tuve una remera de San Lorenzo al día siguiente, pero no usaba la razón. Hasta que vi dos colores que son mi amor eterno: el azul y el oro. Gracias hermano por hacerme de Boca.
 Y de a poquito hacia los arquitos con los dedos, les rompía las flores a la nona con la pelota, usando los caballetes de mi abuelo de arco. Recortaba los diarios con los jugadores. Amante de las guías de Gran Dt de la época con Huracan de Corrientes y Gimnasia y Tiro. Y el primer recuerdo del fútbol que tengo es ver a Maradona pateando la bocha hasta el cielo con la Bombonera colmada. Desde ahí, fue pasión a primera vista.
 La era Bianchi me recibió con alegrías infinitas. Pasaban los álbums llenos. De Mundiales, de Fútbol Argentino. Panini era la marca. Francia 98 fue mi primer mundial, por así decirse. Amargo sabor con ese gol de Bergkamp. Mientras tanto Riquelme, Palermo y Guillermo coronaban los laureles xeneizes. Llegaba un ilusionado Corea-Japon 2002, que culmino en decepción y llanto a las 4 de la mañana. Eran horas que no dormía de noche para ver tooodos los partidos.
 Boca era estelar. En América y en Argentina. Vi a Carrario con la 1 y Guzman con la 10 de Español, el Ferro de Nico Hernandez sin ganar partidos ni meter goles por varias fechas. Al Platense del Indio Alegre, al Almagro de Sinisterra, el Los Andes de el Tiro Federal de Tilger, el San Martín sanjuanino de Monasterio , a Racing campeón desde treintitantos años. Y tantos mas.  Eran detalles que yo amaba. Ver los planteles conocer los jugadores, sus trayectorias, no solo de Argentina, del mundo. Y así pasaban millones de cuadernos con jugadores de equipos de Bélgica, Suecia, Noruega, etc.
 Mi vida no podría ser sin el fútbol. Le faltaría luz, sonrisa y tristeza. Amor, revancha. Latidos en el corazón. Y que no falte ni siquiera un Sacachispas versus Berazategui. Porque ese hueco deja otro y otro y otro en cualquier sentimiento. Pasaron los diarios, las guías Olé desde 2003 hasta la fecha. Las pelotas, los cuadernillos, las tintas. Aunque hoy es distinto. Hoy intento ejercer lo que nunca pude cumplir en la cancha. Ser periodista.
 Cambia todo cambia. Se retiraron Palermo, Van der Sar y Rubén Piaggio. Los técnicos son otros, el profe Castelli ya no está, aparece Diego Cocca. Los hinchas son los mismos. A veces mal, a veces bien expresan la pasión al instinto máximo. Que seria de mi vida sin el futbol...

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