sábado, 8 de octubre de 2011

Argentina 4 - Chile 1

 Como todo inicio de Eliminatorias, renacen las ilusiones de cuarenta millones de argentinos. Para llegar al Mundial se deben pasar por arduas pruebas: altura, llano, calor, frío, etc. Chile era el primer examen oficial de la era Sabella.
 El estadio de siempre, el Monumental de Nuñez, esta vez en muy mal estado. Reabierto luego de aquella fatídica promoción de River Plate frente a Belgrano que lo llevó a la B Nacional. Lluvia, viento. Cancha rápida.   Poca gente. Se vendieron nada mas que la mitad de localidades puestas en venta.
 A las 20:15 comenzó a rodar el balón y se vio a Argentina mas incisiva que su rival. Tal fue esa cuestión que a los 7 minutos, Waldo Ponce fue a ejecutar un tiro libre, su remate dio en la barrera y partió el contragolpe nacional, en donde se vio la velocidad de y la fineza de su botín izquierdo de Di María que dejó cara a cara a Higuain y el arquero Bravo. El Pipa la bajó con maestría y fusiló al guardameta para romper el marcador y anunciar su buena noche.
 Los locales continuaron con su avance. Desde el otro lado se veía a la Roja con intenciones de salir jugando al suelo y así llegar al área de Andujar. Pero los de Borghi rara vez tuvieron un juego clarificado por sus conductores Matías Fernández y Valdivia. En el minuto 25 apareció Lio Messi, que luego de un pase del centrodelantero del Real Madrid definió por sobre la salida del 1 trasandino, rompiendo una racha de 16 partidos sin convertir con su nación. Con el 2 a 0 arriba los de Sabella no aflojaron, aunque Chile despertó y mostró algo distinto desde los pies de Fernández y propinando riesgo. Suazo tuvo el descuento sobre el final pero su disparo se fue desviado. El resultado del primer tiempo era justo. Argentina tuvo el control y golpeó en los momento ideales para hacer desbarrancar la moral del visitante.



Con una gran tranquilidad, el equipo de Pachorra asumió los segundos 45 con otra mentalidad. Empezó a jugar, a tocar, a aprovechar los espacios y allí el astro del Barcelona desplegó su potencial. Veloz, con hambre de gol, cargando al equipo en sus mágicos pies, obviamente desniveló. Nuevamente, pegó de entrada. A los 6, formula similar a la del primer gol: pase de Di María, derechazo fulminante de Higuaín. 3 a 0 y partido liquidado. Los chilenos arrimaron un poquito mas, y otra vez aparecieron en Argentina "nuevos viejos" errores defensivos. A los 15, el argento nacionalizado Mati Fernández recibió un pase de Valdivia luego de una mala salida de Mariano Andujar y tocó al gol para achicar diferencias.
 Cuando parecía que el match tendría otra cara luego del descuento, el 9 de la Selección completó su hattrick sólo tres minutos después y terminó de quebrar la línea de tres chilena. Desde ese momento, la defensa visitante se hizo agua y la celeste blanca tuvo tres chances nítidas para aumentar el tanteador. Humberto Suazo, único faro de ataque también tuvo sus situaciones pero las despilfarró. Sobre el ocaso del encuentro, Sabella hizo ingresar a Rinaudo, Salvio y Jonas Gutierrez.
 Buen arranque de la Selección Argentina. Tuvo panorama, toque y claridad. La contundencia atronadora de un delantero insaciable y al mejor jugador del mundo amigándose con un público hostil. Borghi pecó desde el esquema muy atrevido, los volantes extremos con mas ida que vuelta, dos enganches sin conexión y dos centrodelanteros sin velocidad. Sumado a que su volante tapón quedó muy solitario y la sorpresa de la lentitud de los zagueros brindó espacios fatales. Merecido triunfo. A seguir trabajando, se viene el largo viaje a Venezuela.

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